Karen es una ex dueña de una galería de Shelter Island en Nueva York. Ella y su esposo se retiraron al departamento de Maldonado en la costa de Uruguay, tierra adentro desde José Ignacio, punto de interés internacional, en 2021.
Karen y su esposo encontraron el “hogar ideal” que me describieron durante una consultoría de reubicación con Guru'Guay online en 2020. Es una 'chacra marítima', o estancia junto al mar, a varios kilómetros del océano.
Siendo la tercera de una serie sobre Vivir en Uruguay (como extranjero), Karen A Higgs, CEO de Guru'Guay, habla con Karen sobre cómo es vivir en José Ignacio, Uruguay. Hablamos sobre la renovación de un nuevo hogar, el sistema de salud de Uruguay, si ha sido fácil hacer amigos y cómo es negociar la vida cotidiana cuando todavía estás aprendiendo español.
No te pierdas la entrevista completa arriba, ya que entramos en más detalles. Este artículo ha sido editado por motivos de brevedad y claridad. Y no te pierdas el resto de nuestra serie sobre Vivir en Uruguay (como extranjero).
Mudarse a Uruguay
Karen Higgs: Bueno, estoy acá con Karen, que es de los Estados Unidos. Karen, decime de dónde sos y cuándo te mudaste a Uruguay.
Karen: Hola, soy de Nueva York. Nací y crecí en Nueva York, vine por primera vez a Uruguay en 2004 y me mudé acá con mi esposo en 2021. Ambos siempre imaginamos vivir en otro país, y ambos teníamos lugares a los que habíamos viajado que nos gustaban. Pero creo que nada realmente comparado con la relación que había desarrollado a lo largo de los años viniendo a Uruguay.
Vine acá diez veces diferentes durante 18 años antes de mudarme para acá, así que estaba bastante familiarizada con el área general en la que vivimos ahora, que es el departamento de Maldonado. Específicamente en el área de balnearios que se extienden desde Punta del Este hasta José Ignacio.
Uruguay en cierto modo tocó todas las notas correctas para nosotros. Investigamos un poco más, comenzando con hablar con vos, y decidimos que iba a ser el lugar adecuado para nosotros. Pero en mi corazón lo sentí desde la primera vez que vine.
La vida en Uruguay: los pros y los contras
Karen Higgs: ¿Podemos tener una idea de tu semana típica?
Karen: Sabés, todavía se está definiendo a sí misma porque el primer año que estuvimos acá, pasamos nuestro tiempo haciendo todo lo posible para convertirnos en residentes. Y estábamos tomando clases de español cinco días a la semana y buscábamos una casa y luego encontramos una y decidimos comprar algo que necesitaba ser remodelado.
Así que pasamos el segundo año haciendo la remodelación. Necesitábamos un techo nuevo, necesitábamos pisos nuevos. La casa había estado habitada hasta hacía poco tiempo, pero estaba en mal estado. Y así, hace unos seis meses, finalmente nos mudamos a la casa principal y comenzamos la vida real. Y, ya sabés, en el tiempo que estábamos haciendo todas las demás cosas, sucedieron muchas cosas mágicas, comenzamos a hacer amigos, comenzamos a tener una vida social en Uruguay.
Y armé un jardín. Y Víctor, mi esposo, un estudio de música. Y entonces estábamos diseñando una especie de mapa de cómo será nuestra vida.
Vamos al gimnasio y damos hermosos paseos por los caminos rurales en los que vivimos o vamos a la playa y, ya sabés, hacemos cosas.
Solo hay una cantidad muy pequeña de cosas que estaríamos haciendo día a día en los Estados Unidos que no hacemos acá. Es un tipo de vida similar solo que en un lugar muy diferente.
Karen Higgs: ¿Qué te ha sorprendido de la vida en Uruguay? ¿Quizás que no esperabas?
Karen: Creo que me sorprende lo pacientes, cooperativas y generosas que son las personas en el día a día para hacer las cosas en la vida. Nos encontramos con desafíos todo el tiempo y está más allá del lenguaje. Quiero decir, el idioma definitivamente es un factor, pero asumimos que las cosas se hacen de la misma manera y eso no tiene nada que ver con el idioma.
La primera vez que entrás en una ferretería y ves que primero tenés que hablar con una persona y luego tenés que ir a otro lado a escribirlo. Y luego vas a un tercer lugar a pagar, y luego tenés que ir a un cuarto lugar a retirar tu paquete. Y solo compraste cuatro bombillas de luz.
Es una locura. Pero es la forma que se hace acá. Y se hace así en casi todas las tiendas. Y se hace así por una razón. Y no es mi trabajo cuestionar la razón, que, por cierto, es una de las razones más importantes por las que vinimos para acá.
En primer plano está que no estamos acá para cambiar Uruguay. Estamos acá para que Uruguay nos cambie a nosotros. Queremos ser parte de la comunidad.
Quiero decir, ningún lugar es perfecto, pero las cosas funcionan muy bien acá.
Vengo de un Nueva York acelerado donde la gente puede ser amigable y servicial, pero no tienen mucha paciencia y no tienen mucho tiempo. Y creo que la calidad de vida acá es mejor en parte debido a esa parte de la vida acá en la que las personas no están tan apuradas, no son tan impacientes y no tienen esa actitud de "el tiempo es oro".
Es muy diferente. Y por todo el tiempo que vine acá antes estuve como turista. Estuve acá de vacaciones. Así que simplemente no estaba teniendo el mismo tipo de experiencias. Cuando estás en una oficina de Antel [la compañía telefónica nacional] tratando de que tu teléfono funcione correctamente… Podría haberme sentado y haber tenido una conversación con las dos personas que trabajaban ahí durante media hora. Fueron muy amables y serviciales, no hablaban inglés y yo no hablaba suficiente español, pero superamos todo y fueron generosas con su tiempo y no se impacientaron con nosotros. Y podría recitar cien ejemplos como este.
Karen Higgs: ¿Qué es frustrante en Uruguay?
Karen: Solo hay una cosa de la que hablamos regularmente que es decepcionante. Y es que hay muy poca diversidad acá en la gente. La gente es mayoritariamente uruguaya o argentina. Además de un puñado de extranjeros. Así que no hay restaurantes étnicos de los que hablar. Y los que hay, no están atendidos por personas del país de donde proviene la comida. Entonces, ya sabés, no hay buena comida asiática o mexicana. Echamos de menos la comida india, extrañamos la comida picante.
Y no digo que no haya buena comida en Uruguay. El estilo de cocina y la calidad de la comida acá es muy, muy buena. Y durante todos mis tiempos viniendo, estaba tan emocionada con la comida. Pero ahora que estoy acá hace dos años y medio, estoy como, realmente quiero curry.
En el video Karen H comparte con Karen B las opciones de comida picante en Montevideo
Karen Higgs: Entonces mencionaste hacer amigos. ¿Qué tan fácil es hacer amigos?
Karen: Sorprendentemente fácil. Sucedió que teníamos un gran conector justo entre nosotros. Alguien con quien nos conectaste [echá un vistazo a los top picks de Guru'Guay o reservá una consultoría para aún más contactos]. Así que supongo que eso te convierte en la gran conectora. Y luego, si tenés una inclinación social, como yo, te relacionás a partir de ahí.
Hicimos amigos más fácil y rápido acá que cuando me mudé a California. Realmente ha sido fenomenal. Tenemos amigos de Uruguay y Argentina y de numerosos lugares de Europa y luego un par de otros americanos y canadienses que apreciamos mucho.
Karen comparte más en nuestro video sobre las amistades cercanas que ha formado
Cómo lidia un extranjero residente en Uruguay con las barreras del idioma
Karen Higgs: Ustedes renovaron una casa. ¿Qué tan fácil ha sido arreglárselas con, ya sabés, un español que no es perfectamente fluido?
Karen: Bueno, tenemos un arquitecto que habla inglés con perfecta fluidez. No sé cómo lo hubiéramos hecho sin él. Nuestro contratista hablaba un inglés decente. No diría que hablaba con fluidez, pero teníamos una buena relación con él. Y con el jefe de nuestro equipo, que era brasileño, pudimos comunicarnos bastante bien.
Ya sabés, Google Translate funciona para todos. Quiero decir, hemos tenido carpinteros y electricistas que vienen y sacan su teléfono y hablan en Google Translate y logramos hacer el trabajo.
Queremos ser fluidos porque queremos tener relaciones reales con la gente local y no solo superficiales.
Pero donde vivimos, como es tan internacional acá [en José Ignacio], el inglés es el idioma internacional. Te guste o no. Especialmente en temporada (fuera de temporada es un poco diferente) en cada restaurante, cada mercado, hay alguien que trabaja en el lugar que habla inglés.
Sin embargo, voy a una panadería al menos una vez a la semana. ¡Las tres chicas detrás del mostrador son encantadoras y me tomó casi medio año darme cuenta de que las tres hablan inglés! Improvisaba mis frases, mis pedidos, y muy amablemente me atendían y hablaban en español. Y luego, un día, entré y otro angloparlante estaba ahí y dije, ¿esperá un segundo?
Salud en Uruguay
Karen Higgs: ¿Podés compartir sobre tu experiencia en el cuidado de la salud en Uruguay?
Karen: Tengo dos enfermedades crónicas que no son particularmente graves, pero tomo medicamentos para ellas. Así que necesitaba arreglar eso muy rápido para poder volver a surtir mis recetas. Vine con un suministro para tres meses cuando llegué por primera vez, así que estaba bajo presión y pudimos obtener cobertura en Montevideo muy, muy rápido y era increíblemente asequible para los estándares a los que estábamos acostumbrados en los Estados Unidos.
Nos afiliamos a una mutualista que es una de los más grandes, según tengo entendido. Era institucional, pero estaba bien. Y las cosas que teníamos que hacer, las pudimos hacer bien. Pude surtir mis recetas y me sentí cuidada.
Tuve que ver a especialistas y revisar los motivos de mis necesidades, y me sentí muy segura de que estábamos recibiendo la atención médica adecuada. Digo adecuada no como algo negativo. No estaba mirando más profundo en ese momento. No tenía ninguna urgencia, y en ese momento todavía tenía atención médica en los Estados Unidos. Así que no estaba muy preocupada. El costo era de unos sesenta dólares por persona al mes.
Pero una vez que decidimos dónde viviríamos y nos mudaríamos de Montevideo, tuvimos que mirar más seriamente cuál sería nuestra situación a largo plazo. Queríamos asegurarnos de que íbamos a recibir atención a medida que envejecíamos y cuando nuestras necesidades se volvieran más graves. Y así hicimos nuestra investigación.
Nos unimos a un mutualista de acá [en el departamento de Maldonado]. Cuanto mayor sos, más caro se vuelve entrar. Fuimos rechazados por un par debido a nuestra edad. Pero encontramos algo que pensamos que tenía un precio extremadamente bueno, especialmente dado el servicio que recibimos. El costo es de unos 250 dólares al mes.
La mutualista tiene un hospital que es la base del servicio y muchos de los médicos que atienden son del hospital. Pero si algo de lo que necesitás no está en el hospital, lo buscan afuera y todo esto está incluido en tu pago mensual.
También optamos por lo que yo llamaría 'servicio de conserjería'. No creo que esa sea la palabra que usan, pero sería el equivalente en los Estados Unidos. Así que tenemos un número de WhatsApp en el que escribimos para decirles qué tipo de cita necesitamos, cuál es el motivo, si es un derivado o si es un síntoma nuevo. Y generalmente podemos conseguir una cita en cuestión de unos pocos días.
Y cuando las cosas son urgentes, tenés —y no me refiero a urgente, como cuando necesitás una ambulancia, sino cuando tenés algo agudo—, posiblemente una persona de telemedicina o un médico que te llama de inmediato para determinar qué se necesita. Hemos tenido una serie de cosas menores por las que realmente hemos necesitado atención médica a través de esto, incluso cuando mi esposo contrajo COVID. Estaba muy enfermo con COVID y tuvimos visitas domiciliarias dos veces durante sus dos semanas de estar en cama con COVID, y nuestro costo mensual es de USD 250 cada uno por nuestro servicio. Y eso incluye un poco de todo. Quiero decir, hay algunos pagos adicionales muy pequeños que entran en juego.
Pero cuando digo menor, quiero decir que estaba teniendo un dolor muy, muy fuerte en el cuello. Y me hicieron una resonancia magnética y creo que mi adicional fue de USD 15. Ya sabés, también hicieron una radiografía, sin pago adicional. Y cuando vas, y yo fui a ver a un neurólogo, y no hay pago adicional, sabés, estas son todas las cosas que están incluidas.
Consejos de un extranjero viviendo en Uruguay
Karen Higgs: Si hubiera un consejo que le darías a alguien que se muda acá, ¿cuál sería?
Karen: El consejo que le daría sería empacar mejor para lo que cree que serán sus necesidades a largo plazo. Son las cosas personales. No las cosas que no podés encontrar acá. Son las cosas que extrañás, las cosas que querés tener a mano. Todo el mundo se ha estado burlando de mí. En este último viaje, traje mi juguera conmigo.
En nuestra ronda de preguntas rápidas, Karen comparte sus pensamientos espontáneos sobre:
- El costo de vivir…
- Ser vegetariana…
- El vino uruguayo…
- Lo que ojalá hubiera sabido antes de mudarse acá...
- La mayor diferencia entre su vida de antes y la de ahora...
MUCHAS GRACIAS a Ka Boltax
Enlaces útiles
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Consultoría de reubicación con Guru'Guay
Karen y su esposo hicieron dos consultorías con Guru'Guay. La primera fue en 2020 para confirmar su idoneidad para vivir en Uruguay (para su tranquilidad) y poner en orden los elementos básicos para un aterrizaje sin problemas, incluidos esos contactos locales tan importantes. La segunda fue una orientación personalizada un mes después de su llegada.
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